El número de adolescentes con diagnóstico de trastorno de alimentación en España es alarmante pero, cabe señalar que ha mejorado la detección precoz y la calidad de las intervenciones, que realizan los profesionales especializados en trastornos de alimentación, hecho que resulta altamente satisfactorio.La duración del tratamiento y el pronóstico de la enfermedad, varía notablemente en función del momento en el que la enfermedad es detectada. Si el adolescente comienza a recibir tratamiento cuando la enfermedad está muy avanzada, se incrementa el tiempo de recuperación y disminuyen las probabilidades de éxito del tratamiento.Por ello, es recomendable actuar ante cualquier indicio de un posible problema con la alimentación. Buscar ayuda cuando el problema es incipiente, favorece la recuperación y evita muchas de consecuencias derivadas de los trastornos de alimentación que están firmemente arraigados.La familia es una pieza clave para que el adolescente logre superar el problema con la alimentación. Es necesario que el psicólogo, el adolescente y la familia interactúen y colaboren con un mismo objetivo, lograr que el adolescente supere la enfermedad.Es importante hacer hincapié en que los trastornos de alimentación no son sólo cosa de mujeres. Es cierto que es mucho mayor el porcentaje de chicas adolescentes que sufren anorexia o bulimia nerviosa, pero no por ello debemos de hacer invisibles u olvidar al porcentaje de chicos adolescentes que también sufren trastornos de alimentación. Se estima que aproximadamente el 20 por 100 de las personas que padece un trastorno de alimentación entre los 13 y 14 años son chicos.
¿Qué es la anorexia nerviosa?
Trastorno de alimentación.
Temor a engordar.
Reducción de la ingesta de manera significativa durante un tiempo prolongado.
Distorsión de la imagen personal. No perciben su cuerpo tal cual es.
Baja autoestima.
Sentimientos de ineficacia personal.
Amenorrea (falta de menstruación).
Vómitos inducidos (no en todos los casos).
¿Qué es la bulimia nerviosa?
Trastorno de alimentación.
Temor a engordar.
Insatisfacción con la imagen corporal.
Episodios de atracones donde se ingiere, de manera voraz y durante un periodo corto de tiempo, una gran cantidad de comida.
Aparecen sentimientos de culpa tras los episodios de atracón.
Se llevan a cabo conductas purgativas o compensatorias (ayuno, vómitos, ejercicio físico intenso, uso de laxantes, etc.) para evitar engordar tras el atracón.
¿Cómo prevenir los trastornos de alimentación en adolescentes?
Enseñar hábitos de vida saludable.
Fortalecer la autoestima.
Evitar imponer metas personales, académicas o deportivas inalcanzables.
Favorecer una actitud crítica hacia los medios de comunicación.
Potenciar en los hijos una imagen corporal positiva.
Transmitir la importancia y el valor de la aceptación.