«Donde estoy, no pienso, y donde pienso, no estoy».
Jacques Lacan
En la era de la hiperconectividad y las redes sociales, es cada vez más común sentir la presión de estar constantemente al tanto de lo que sucede a nuestro alrededor. Esta constante exposición a las experiencias y vidas de los demás puede llevar a una sensación de insatisfacción, ansiedad y miedo a estar perdiéndonos algo importante.
Este fenómeno, conocido como FOMO (Fear of Missing Out) o «miedo a perderse algo», ha cobrado una relevancia significativa en la sociedad actual. A medida que las redes sociales muestran solo los aspectos más brillantes y emocionantes de la vida de los demás, es fácil caer en la trampa de compararnos y sentir que nuestra vida es menos satisfactoria o incluso concluir que es aburrida.
En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el FOMO, sus causas y cómo podemos manejar esta sensación para mejorar nuestro bienestar y salud mental. Analizaremos cómo este miedo afecta a diferentes aspectos de nuestra vida y proporcionaremos estrategias prácticas para afrontarlo de manera saludable.
¿Qué es el FOMO?
Es probable que alguna vez hayas escuchado el término “FOMO”. Pero ¿qué es concretamente y qué implicaciones tiene? En la vida digital e hiperconectada en la que vivimos actualmente, hay muchas personas que sienten ansiedad y preocupación por perderse experiencias, eventos o momentos importantes. Es a esta inquietud a la que se conoce como síndrome FOMO o “Fear of Missing Out”, en español, “miedo a perderse algo”.
Tal y como su propio nombre indica, el FOMO está relacionado con el miedo, en este caso, con el temor a que otras personas estén experimentando vivencias positivas, emocionantes y significativas y nosotros no. Esta sensación de estar perdiéndonos algo, como sucede con las fobias, puede generar ansiedad y malestar, llevándonos a sentir que nos quedamos atrás, que dejamos de ser parte del grupo o que estamos perdiendo oportunidades valiosas.
Este miedo a perdernos cosas se ha visto potenciado exponencialmente con el uso de las redes sociales, en las que vemos cómo nuestras amistades o las personas a las que seguimos comparten experiencias y vivencias de sus vidas aparentemente idílicas, lo que fomenta que nos cuestionemos nuestra propia vida y nos comparemos, viendo nuestra vida “menos perfecta” que las que vemos en redes sociales, generándonos malestar y la sensación de estar quedándonos atrás.
¿Cómo saber si tengo FOMO?
El FOMO se manifiesta de diversas maneras en nuestra vida cotidiana, y reconocer sus síntomas es el primer paso para manejarlo. A continuación, exploramos algunas situaciones específicas en las que el FOMO puede aparecer, ayudándote a identificar si esta ansiedad está afectando tu bienestar y calidad de vida:
No estar al tanto de las últimas tendencias
Podemos sentir FOMO al ver que amigos o influencers a los que seguimos en redes sociales hacen uso de las nuevas tendencias, compran productos de moda o viven experiencias exclusivas a los que nosotros no podemos acceder con facilidad por diversos motivos como son la falta de tiempo o de recursos económicos.
Ser testigo de los viajes y experiencias de los demás
Podemos experimentar FOMO al ver que otras personas viajan a lugares exóticos o emocionantes, o disfrutan de unas vacaciones soñadas que no podemos permitirnos en este momento de nuestra vida, provocándonos ese malestar.
No poder asistir a los encuentros sociales más populares
Podemos experimentar FOMO cuando vemos que amigos o personas de nuestro alrededor están asistiendo a un acto social, que desde fuera parece emocionante. Este malestar suele aparecer cuando no hemos sido invitados o cuando no podemos participar por diversas razones, sintiendo que las demás personas viven experiencias de las que nosotros no hemos formado parte.
Creer que todo el mundo avanza más rápido que tú
Podemos identificar el FOMO cuando sentimos que las demás personas avanzan en sus vidas y acumulan logros personales que nosotros no tenemos, comparándonos y sintiendo que nos quedamos atrás respecto a nuestro grupo de iguales.
Si analizamos los ejemplos mencionados, vemos claramente cómo el FOMO está vinculado a las redes sociales. Estas plataformas se han convertido en el principal medio para mostrar experiencias, viajes, eventos, logros y moda de manera que distorsiona la realidad.
Solo se presentan y se idealizan los aspectos positivos, mientras que las partes menos atractivas de la vida de las personas quedan invisibilizadas, creando así una visión incompleta y sesgada de la realidad.
¿Por qué experimento FOMO?
“El mundo no es lo que yo pienso, sino lo que yo vivo”
Maurice Marleau-Ponty
Según las últimas investigaciones, el FOMO aparece a raíz de la necesidad de pertenencia a un grupo y aceptación por parte de los demás que tenemos los seres humanos.
Además, la constante exposición a las redes sociales y a las vidas (aparentemente) tan enriquecidas y emocionantes de los demás puede hacer que nuestra propia vida no nos parezca lo suficientemente excitante.
Algunas de las causas más comunes del FOMO son:
- Necesidad de pertenencia: es decir, la necesidad de ser aceptados e incluidos en la sociedad.
- Comparación constante con los demás: como hemos dicho, las redes sociales facilitan la comparación constante de nuestras vidas con las de los demás.
- Gratificación inmediata e impulsividad: solemos tener la urgencia de participar en todo y si no lo hacemos, nos puede generar ansiedad por no querer perdernos ninguna oportunidad.
- Miedo a la exclusión: el pensar que no nos van a incluir en algún plan si rechazamos algo nos puede generar miedo y ansiedad y, por lo tanto, la urgencia y necesidad de participar en todo lo que nos proponen y decir que sí a todo.
- Presión social: ver cómo es la vida de los demás nos puede llevar a la sensación de que nos estamos perdiendo alguna oportunidad crucial si no hacemos todo lo que se supone que tenemos que hacer.
¿Cómo manejo el FOMO?
Para manejar el FOMO el paso más importante es identificarlo, es decir, identificar que el foco del malestar y ansiedad que estamos sintiendo viene de ese miedo a estar perdiéndonos algo, para entonces poder hacer cambios que reduzcan esa sensación. Algunos de esos cambios o pautas que podemos aplicar son los siguientes:
- Limitar el uso de las redes sociales: reducir la cantidad de tiempo que se pasa en las redes sociales puede ayudar a disminuir la exposición a las actividades y eventos de los demás que pueden desencadenar sensaciones de FOMO.
- Agradecer lo que tenemos: centrarnos en las cosas por las que podemos sentirnos agradecidos en lugar de en lo que nos estamos perdiendo puede ayudar a cambiar la perspectiva y reducir la ansiedad y el malestar.
- Establecer límites, aprender a decir NO: aprender a decir no a ciertas actividades o eventos que no son importantes puede ayudar a priorizar el tiempo y la energía en aquellas cosas que realmente importan.
- Fomentar la intimidad, las conexiones significativas: cultivar relaciones cercanas y significativas con amigos y familiares puede ayudar a reducir la sensación de estar desconectados o excluidos.
- Tolerar el malestar: La incomodidad forma parte de la vida. Es inevitable que en distintos momentos de nuestra vida experimentemos malestar. Actualmente vivimos en una sociedad hedonista. En las redes sociales, solo vemos a personas disfrutando y experimentando placeres, y nosotros también queremos formar parte de eso. Sin embargo, sentirnos frustrados o con ciertas dosis de malestar, por no poder estar en todos lados y hacer todo lo que los otros hacen, nos permite estar más conectados con la vida real.
Y por último…
Es importante tener en cuenta que el FOMO es algo que toda persona que viva en sociedad y esté expuesta a las redes sociales puede sentir, por lo que no tenemos que culparnos ni tratarnos mal por sentirnos así. Es una sensación que tiene su origen más en el entorno y el contexto en el que nos desenvolvemos que en dinámicas internas o de personalidad que podamos tener. Por tanto, el trabajo para sentir menos FOMO tiene que ir más encaminado en modificar nuestra perspectiva y la forma de ver las cosas que en cambiarnos a nosotros mismos.
Esperamos que este artículo os haya servido y ayudado a entender más este fenómeno tan nuevo. Si para sentirte mejor crees que necesitas ayuda psicológica, puedes contactar con nosotros sin compromiso. Nos encantaría que os animéis a compartir vuestras reflexiones sobre el FOMO en los comentarios de este Blog de Psicología, ¡os leemos!
Publicado el 1/07/2024 por Paula Rambaud Quiñones, Psicóloga General Sanitaria y Psicóloga Jurídica y Forense, Nº col.: AN-09474.