El cortometraje, que hemos puesto a vuestra disposición, refleja a modo de fábula oscura, el viaje de una joven que lleva hasta límites insospechados su obsesión por estar delgada.
El porcentaje de adolescentes que sufren un trastorno de alimentación en nuestro país es alarmante. El 95% de las personas que padecen un trastorno de alimentación son mujeres. Por ello, consideramos necesario hacer visible el sufrimiento que conlleva padecer un trastorno de alimentación como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa, con la finalidad última de sensibilizar y concienciar acerca del peligro real y las consecuencias tan perjudiciales y destructivas que supone padecer un trastorno de alimentación.
¿Qué estamos haciendo mal?
La incidencia de la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa en la población ha aumentado considerablemente en los últimos años, debido principalmente a factores socioculturales. Es escalofriante pensar como la sociedad no reflexiona sobre su responsabilidad ante esta dramática situación. ¿Estamos haciendo todo lo posible para prevenir este elevado porcentaje de personas con trastorno de alimentación en nuestro país?
Los medios de comunicación plasman imágenes de mujeres con tallas imposibles de alcanzar si lo que pretendemos es tener un peso saludable, e influyen de manera directa en el autoconcepto de los niños y adolescentes que se encuentran en un periodo de desarrollo de máxima vulnerabilidad.
Esta obsesión por el cuidado del cuerpo y el permanecer delgado, puede desencadenar en muchas personas, y sobre todo en aquellas más vulnerables, un trastorno de alimentación.
La obsesión por el cuidado del cuerpo ha supuesto que actualmente el cuidado de la mente y de nuestras emociones, se haya relegado a un segundo plano. Continúas dietas, restricción de la alimentación, ejercicio desmesurado, uso de laxantes, operaciones de cirugía estética, consumo de anabolizantes, aumento de la musculatura, etc., son algunas de las acciones que los jóvenes de nuestro país realizan en su día a día para poder alcanzar ese ideal de belleza que la sociedad parece haber establecido.
Además, son numerosas las páginas webs y los blogs que promueven la anorexia y la bulimia nerviosa como una opción de estilo de vida aconsejable si lo que se desea es mantener un cuerpo delgado, produciéndose así una normalización de las conductas autodestructivas y una disminución de la sensibilización y concienciación de los peligros que conlleva sufrir un trastorno de alimentación. Esto fomenta la falta de conciencia de la enfermedad en las adolescentes, por lo que se retrasan en buscar ayuda profesional y finalmente son atendidas en un estado muy avanzado de la enfermedad.
¿Qué es la anorexia nerviosa?
La anorexia nerviosa se caracteriza principalmente por reducción excesiva y continuada de la ingesta debido al deseo irrefrenable de perder peso y terror a la gordura.
Existe también una distorsión en la percepción de la imagen corporal, de tal manera que, la persona que padece anorexia nerviosa, no puede reconocer la progresiva disminución de su peso corporal.
Además, las personas que están atrapadas en este trastorno, poseen un sentimiento general de ineficacia personal que les dificulta aún más la lucha contra esta enfermedad.
Las chicas que padecen anorexia, se perciben gordas a pesar de que su peso se encuentre por debajo de los límites considerados saludables. En su deseo por continuar adelgazando, evitan la ingesta alimentos hasta el punto de comprometer gravemente su estado de salud.
Las consecuencias a nivel físico y psicológico son tan graves que la tasa de mortalidad a largo plazo en chicas o chicos hospitalizados es de aproximadamente el 10%.
¿Qué es la bulimia nerviosa?
La bulimia nerviosa se caracteriza principalmente por una necesidad imperiosa de ingerir grandes cantidades de comida con la consiguiente aparición de fuertes sentimientos de culpa por haber comido de manera desmesurada y la necesidad de mitigar los efectos del atracón para no aumentar de peso.
Para hacer desaparecer las consecuencias de la cantidad de comida ingerida suelen recurrir a la realización de conductas purgativas tales como la inducción del vómito, uso de laxantes, realización de ejercicio intenso, etc.
Las chicas diagnosticadas de bulimia nerviosa, en la mayoría de las ocasiones, poseen una baja autoestima e intentan complacer continuamente a los demás, ocultan sus deseos y necesidades, y como consecuencia de ello, la comida se convierte en su única fuente de placer y confort.
Tanto las personas que padecen anorexia nerviosa como las que padecen bulimia nerviosa, tienen temor a convertirse en hombres o mujeres gordas. Además, otorgan al cuerpo una importancia excesiva, haciendo de la delgadez su leitmotiv.
¿Qué podemos hacer para frenar el aumento de los trastornos de alimentación?
Prevenir la aparición de los trastornos de alimentación, en las personas más vulnerables, es la mejor estrategia para desacelerar el continuo incremento de su prevalencia en la sociedad occidental.
Como parte de la sociedad que somos, debemos colaborar para cambiar la idea sobrevalorada que hoy en día existe acerca del ideal de belleza, y apostar por la educación en hábitos de vida saludables que fomenten en nuestros niños y adolescentes la importancia de mantener un cuerpo y una mente sana.
Potenciar el desarrollo de una imagen corporal positiva es sin duda un factor protector ante los trastornos de alimentación. Los adultos debemos contribuir a que nuestros niños tengan una actitud crítica ante los mensajes externos que reciban y ayudarles a que adquieran una adecuada autoestima y una imagen corporal positiva.
Aceptar quienes somos es la pieza clave para poder ser personas felices. Es necesario trasmitir a nuestros pequeños la importancia de querernos por nuestro fondo y no por la forma que tenga nuestro cuerpo.
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