Ansiedad: La epidemia silenciosa que nos quita calidad de vida.
Hablar de ansiedad es necesario si tenemos en cuenta el gran número de personas que actualmente sufren ansiedad en la sociedad occidental. Debido a su alta prevalencia en la población, son muchos los profesionales que definen la ansiedad como la epidemia del S.XXI. Es alarmante el número de personas que buscan atención psicológica para aprender a manejar su ansiedad.
El dolor en el pecho, el latir acelerado del corazón, las manos sudorosas, la sensación de ahogo… La ansiedad, esa intrusa emocional que se ha convertido en una sombra constante en la vida de tantas personas en la sociedad moderna. Si alguna vez has sentido cómo tus pensamientos te atrapan en una vorágine incontrolable, o cómo situaciones aparentemente cotidianas se transforman en desafíos abrumadores, entonces sabes lo que significa vivir con ansiedad.
Situaciones cotidianas se convierten, para las personas que sufren ansiedad, en auténticos desafíos. La ansiedad irrumpe en las vidas de muchas personas provocando gran malestar e interfiriéndoles en todas las áreas de su vida (a nivel personal, laboral e incluso social).
En terapia es frecuente que las personas expresen que se sienten incomprendidas y agotadas al no poder controlar la ansiedad que tanto desequilibrio les está causando.
Somos conscientes del gran sufrimiento que provoca en la persona que padece ansiedad. Damos mucha importancia a los problemas físicos pero subestimamos la importancia de los problemas emocionales y el malestar que experimentan las personas que los sufren.
En este artículo, nos sumergiremos en el intrigante mundo de la ansiedad, explorando sus manifestaciones en la vida diaria y descubriendo estrategias efectivas para manejarla. Desde consejos prácticos hasta reflexiones profundas, abordaremos cada aspecto de esta lucha interna, con el objetivo de proporcionar herramientas y comprensión para quienes buscan liberarse del pesado yugo de la ansiedad.
Pero…¿qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta emocional y fisiológica natural que se activa en situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Es una emoción normal que todos experimentamos en determinadas circunstancias, y tiene la función de preparar al cuerpo para enfrentar un peligro o desafío. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente o desproporcionada ante situaciones no peligrosas, puede interferir negativamente en el funcionamiento cotidiano y afectar la calidad de vida de la persona.
La falta de información sobre la ansiedad hace que muchas personas critiquen, juzguen o ridiculicen a otras cuando dicen que situaciones tales como conducir por la autovía, estar parados en un atasco, tomar un café en una terraza, pasear por un centro comercial, ir al cine, hacer uso del transporte público, dormir fuera de casa o viajar, les ocasionan ansiedad y se convierten en un auténtico desafío para ellas. ¡Es normal, no es fácil de entender! Pero, es indiscutible el malestar que experimentan las personas con ansiedad.
Las personas que tienen problemas de ansiedad se encuentran en un estado de alerta permanente, están en tensión como si algo malo fuera a ocurrir en cualquier momento y esto les impide poder relajarse.
Es común que cuando la ansiedad es elevada se experimenten síntomas como taquicardia, sudoración, dolor de estómago o problemas gastrointestinales, sensación de ahogo, tensión muscular, sequedad en la boca, sensación de irrealidad, pequeños fallos de memoria, nerviosismo, problemas para dormir, pensamientos negativos recurrentes, etc. Muchas personas son conscientes de que el estado de sobreactivación en el que se encuentran no tiene sentido, pero no saben qué hacer para poder reducir su ansiedad.
Manejar la ansiedad no es fácil pero es posible.
5 recomendaciones que te ayudarán a manejar la ansiedad:
- Sal de tu zona de confort. En la zona de confort no pasa nada, todo es estático y rutinario. No tengas miedo a la incertidumbre, todos los cambios nos ayudan crecer y mejorar, nos transforman y nos acercan a la mejor versión de nosotros mismos. La ansiedad es solo un signo de que estás vivo. Arriésgate, emociónate, vive. ¡No tengas miedo
- No evites. Hazlo, y si te da miedo ¡hazlo con miedo! La evitación es gasolina para la ansiedad. Si evitas aquello que te da miedo siempre permanecerás en el mismo sitio, no avanzarás. Recuerda que todos tenemos miedo. El cobarde y el valiente tienen miedo ambos, la diferencia es que el valiente a pesar de tener miedo decide tirar hacia delante. La vida es demasiado corta e interesante como para permanecer siempre en el mismo sitio por el miedo a la incertidumbre o por el miedo a no tener todo bajo control. ¿No crees?
- No te preocupes y ocúpate. Nuestra mente no puede hacer dos cosas al mismo tiempo. No puede estar preocupada y ocupada a la vez. ¡La ocupación es la mejor medicina para la preocupación! ¿Te has dado cuenta de que la mayoría de cosas por las que te preocupas nunca suceden? Por eso, es importante que dejes de rumiar y de alimentar tus pensamientos negativos, y te ocupes de cumplir tus objetivos, perseguir tus sueños y disfrutar de lo que te apasiona. Esto te ayudará a que las preocupaciones no esten en primera línea de combate y pasen a un segundo plano.
- Centra tu atención en lo que SUMA y no en lo que RESTA. Tu eliges donde pones tu foco de atención. Presta atención a aquellas cosas que te aportan bienestar y calidad de vida. Deja de prestar atención a tu ansiedad y empieza a mirar las cosas maravillosas que pasan a tu alrededor. Centrar tu atención en tus sensaciones corporales (tus palpitaciones, pensamientos, al sudor de tus manos, etc.) y en tus pensamientos solo hace que tu ansiedad cada vez sea mayor.
- No te boicotees. Es común observar como las personas que sufren ansiedad elevada tienen pensamientos negativos sobre sí mismas tales como “no lo voy a conseguir, no soy capaz, soy un inútil, me va a salir mal, me estoy encontrando muy mal, seguro que me voy a desmayar…”. Si pensamos y nos decimos este tipo de cosas, solo vamos a conseguir ponernos cada vez más ansiosos. ¿Qué pasaría si te dijeras a ti mismo justo lo contrario? “Lo voy a conseguir, soy capaz, puedo hacerlo, todo va a salir bien, las sensaciones físicas son solo fruto de mi ansiedad, pronto desaparecerán…”. ¡Pruébalo!.
Y por último…
Si consideras que necesitas ayuda profesional para superar tu problema de ansiedad y estás interesado en iniciar un tratamiento psicológico para la ansiedad en Murcia, te animamos a que te pongas en contacto con nosotros sin ningún compromiso. Nuestro equipo de especialistas en salud mantal evaluarán de manera pormenorizada tu caso y te ofrecerán el mejor tratamiento posible.
Además, queremos agradecer a todos los lectores que han compartido sus experiencias y opiniones en este Blog de Psicología. Vuestras contribuciones enriquecen este espacio y ofrecen un sentido de comunidad y comprensión a quienes enfrentan desafíos similares.
Actualizado el 03/08/2023 por Sofía Gil Guerrero, Psicóloga General Sanitaria, Nº col.: MU2732.